La filosofía de AD LIBITUM se basa en un enfoque más contemporáneo y creativo de la música en el que esta no es una finalidad sino un disfrute en sí misma. Se trata de una atractiva herramienta a través de la cual de forma progresiva el alumno desarrolla aptitudes y habilidades que aplicará en otros campos (en los estudios, en el trabajo, con los amigos y familiares, etc.). A través de innovadoras técnicas progresivas y siempre con la música como pilar fundamental, se estimula al alumno desarrollando diferentes aspectos como la capacidad de concentración, la memoria, etc. En AD LIBITUM consideramos que todos los niños tienen aptitudes para la música, por ello se trata de estimular la curiosidad y la inquietud por aprenderla.

En AD LIBITUM el objetivo es crear un buen aficionado y sentar las bases para que aquel que quiera dedicarse profesionalmente a la música lo haga con las máximas garantías.

Desde sus inicios, AD LIBITUM siempre ha concebido su sistema educativo como un triángulo formado por el alumno, el profesor y el padre/madre, en el que el alumno es el centro y requiere que el profesor y el padre/madre creen un ambiente motivador y estimulante para él en el que aprenda de forma progresiva. AD LIBITUM sigue este funcionamiento porque está demostrado que los casos de fracaso escolar suelen darse porque el padre/madre es poco paciente o el profesor es poco motivador. Si ambos crean un ambiente motivador y estimulante, el éxito del alumno está prácticamente asegurado.