AD LIBITUM da el salto a Europa formando a profesores en Serbia

La semana pasada Pedro Reig, jefe del departamento de lenguaje musical de la red de escuelas de música AD LIBITUM, se desplazó a Belgrado y otras poblaciones serbias como Vranje donde impartió clases sobre la metodología específica utilizada en AD LIBITUM tanto a profesores como a alumnos que forman parte del programa estatal serbio “Music Art Project”. Un proyecto enfocado a las escuelas de música públicas nacionales surgidas tras la guerra y que considera clave la música para fomentar la inclusión social de niños y jóvenes en riesgo tras tantos años de conflicto que han dejado al país destruido.

Durante su estancia, Reig, ha formado a más de 50 profesores y 120 alumnos de todo el país, aunque el programa, que se inició hace poco más de dos años y está buscando a los mejores profesores de instrumento de Europa, ya cuenta con cerca de 3.000 alumnos en todo el estado.

Según explica Lluís Muñoz, director de AD LIBITUM, “las directoras del proyecto, Marijana Milosevic y Djurda Papazoglu, contactaron con nosotros hace unas semanas atraídas por nuestro innovador sistema de lenguaje musical, que utiliza una metodología propia progresiva, activa y creativa apoyada en las nuevas tecnologías y en otros recursos lúdicos y motivadores”.

Por su parte, Pedro Reig, tras su estancia en Serbia, destaca que “ha sido una experiencia muy enriquecedora, no solo en el plano profesional sino también en el personal, por el gran componente social que conlleva el programa”. Y añade, “espero que este proyecto conjunto, que según me han transmitido les ha encantado, tenga continuidad no solo por lo que he podido enseñarles sino también por lo mucho que ellos me han enseñado a mi”.

Metodología AD LIBITUM

Con una larga trayectoria iniciada en 1997, AD LIBITUM tiene una filosofía dinámica, activa y creativa, enfocada tanto a músicos profesionales desde la infancia, hasta a aficionados, sea cual sea el estilo musical, el punto de partida y la edad. La metodología AD LIBITUM trabaja la creatividad y la técnica utilizando siempre una pedagogía activa, divertida y motivadora (entre las que se encuentran las metodologías Suzuki o Willems para los más pequeños), y trabajando las cualidades sensoriales, cognitivas y afectivas del alumno.